Artículo publicado en Suplemento Jurídica del Diario El Peruano, desarrollado por Carolina Meza Mestanza
El fideicomiso se destaca como una herramienta legal y financiera versátil, empleada para una amplia gama de propósitos que van desde la administración de bienes hasta la gestión de inversiones. Su utilidad se extiende a la protección de activos, la planificación patrimonial y la garantía de que los bienes se administren según los deseos del fideicomitente, a favor de los beneficiarios designados. Asimismo, dicha herramienta, es utilizada por una gran cantidad de personas y entidades, que van desde individuos y familias hasta empresas e instituciones financieras. Cada uno tiene sus propias razones para recurrir a los fideicomisos, ya sea para proteger activos, planificar el patrimonio, gestionar inversiones o facilitar la transferencia ordenada de bienes a través de generaciones. Por lo que los fideicomisos son adoptados por aquellos que buscan una gestión específica y segura de sus activos o una distribución planificada que se adapte a sus necesidades y objetivos particulares.
Un fideicomiso se configura como un pacto legal donde el fideicomitente, cede la titularidad de determinados activos a otra parte, en este caso, el fiduciario, con la finalidad de que los gestione en favor de un tercero, el beneficiario. Bajo este acuerdo, el fiduciario está legalmente obligado a administrar los activos conforme a los términos establecidos en el contrato del fideicomiso y a favor del beneficiario. Este pacto legal posibilita la salvaguarda y manejo eficiente de los bienes, la planificación cuidadosa del patrimonio y la distribución ordenada de los activos de acuerdo con las directrices del fideicomitente.
Adicionalmente, los fideicomisos ofrecen una serie de ventajas fiscales que varían según la jurisdicción y la naturaleza del fideicomiso. Estos beneficios pueden incluir la reducción de impuestos sobre la herencia y las donaciones mediante la transferencia planificada de activos, el diferimiento de impuestos al postergar el reconocimiento de ganancias de capital hasta la distribución de activos, y la protección de activos al colocarlos fuera del alcance de los acreedores mediante un fideicomiso irrevocable. Además, la flexibilidad en la distribución de ingresos puede ayudar a minimizar la carga tributaria al asignar ingresos a beneficiarios en tramos impositivos más bajos. Es crucial tener en cuenta que estos beneficios pueden variar según la legislación fiscal local y la situación individual de cada fideicomitente y beneficiario. Por lo tanto, se recomienda buscar asesoramiento profesional altamente especializado antes de establecer un fideicomiso para comprender completamente sus implicaciones fiscales.
Los requisitos para constituir un fideicomiso varían según la ubicación y las leyes locales, pero en términos generales, implican los siguientes elementos clave:
A fortiori, pueden existir requisitos como la formalización escrita del fideicomiso y el cumplimiento de procedimientos de registro (como en el caso de Perú).
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